La creencia popular dice que un neumático desgastado debería ofrecer un desempeño inferior a uno nuevo. Sin embargo, un reciente estudio dado a conocer por Michelin estableció que esto no es tan así.

El estudio señala que los neumáticos no ofrecen el mismo comportamiento cuando son nuevos y que estas diferencias van aumentando a medida que avanza su nivel de desgaste y la banda de rodadura va disminuyendo. Sin embargo, esto no necesariamente implica que ofrezcan un menor desempeño, porque el comportamiento de los neumáticos se ve afectado por muchas características: diseño de la carcasa, materiales usados, los compuestos de caucho, el diseño de la forma de banda de rodadura, entalladuras de agarre, entre otros.

Es más, en Michelin aseguran que las tecnologías actuales permiten a los fabricantes de neumáticos ofrecer productos que mantienen su comportamiento y adherencia a lo largo de todo su ciclo de vida, hasta el límite de desgaste legal.

Por lo mismo, neumáticos usados al límite de lo legal, mantienen una distancia de frenado en suelo mojado prácticamente igual a la de algunos neumáticos nuevos. Dado esto, la profundidad de la goma no sería un buen indicador del comportamiento de frenado sobre superficies mojadas.

De la misma forma, el propio fabricante señala que recientes estudios independientes demostraron que no hay ninguna relación entre la profundidad de la goma en la banda de rodamiento y la frecuencia de accidentes, lo que confirma los resultados de sus pruebas.

Es por esto, que expertos señalan que el único criterio de seguridad de este vital elemento es su comportamiento y no la profundidad de la banda de rodadura.

Frenado en seco

Cuando se trata de frenar en piso seco, los neumáticos desgastados –siempre y cuando no estén dañados- ofrecen incluso un mejor desempeño que los nuevos según este estudio. A pesar de que las diferencias no son muy grandes, la razón que explicaría esto, es que al igual que los neumáticos “slicks” de competición, el agarre en seco aumenta cuando la profundidad de la banda de rodadura disminuye.

Asimismo, el neumático desgastado tiende a reducir el consumo de combustible en comparación con uno nuevo, debido a que cuenta con una resistencia a la rodadura menor.

Cambio prematuro

Otra de las conclusiones del estudio establece que esperar hasta el límite legal para reemplazar los neumáticos desgastados, hace que sea posible aprovecharlos durante más tiempo cuando son más eficaces y reducen el consumo de combustible.

Además, afirma que su sustitución prematura (antes de que estén completamente gastados) no garantiza un beneficio en términos de seguridad. Por el contrario, al aumentar la frecuencia de sustitución, se genera un mayor costo para el consumidor y perjudica al medio ambiente. Por lo mismo se insiste en que el único criterio de seguridad verdadero es el comportamiento del neumático a lo largo de toda su vida y no la profundidad de la banda de rodadura, aunque advierte que ésta sí es un factor sobre suelo mojado.

Fuente: Emol.com