Si eres un operador de una flota de camiones, sabes que debes tener una imagen completa de los vehículos involucrados en tu servicio para que puedas asegurar el cumplimiento de los objetivos de tu empresa. Eso significa que no solo debes saber todo sobre la venta de camiones, sino que también sobre los requisitos de reparación de ellos. 

En el siguiente artículo de REDECAM, echaremos un vistazo a algunas de las fallas más comunes en el motor que enfrentan los operadores de flotas con los camiones de la actualidad.

Sobrecalentamiento del motor

Si tu indicador de temperatura sube repentinamente a la zona roja, tu motor se está sobrecalentando. Lo primero que debe hacer es detenerse (cuando sea seguro) y apagar el motor, lo que ayudará a garantizar que las cosas no se pongan peor de lo que ya están.

Tanto para los conductores como para los operadores, un motor sobrecalentado puede provocar una gran cantidad de consecuencias. El problema de un sobrecalentamiento puede estar relacionado a una junta rota, un nivel bajo de refrigerante, un bloqueo del radiador o incluso a un problema con la bomba de agua.

Las posibilidades adicionales incluyen:

  • Bloque de motor agrietado
  • Termostato roto o dañado
  • Ventilador de enfriamiento defectuoso
  • Tapa del radiador defectuosa

Independientemente, con el tiempo, los sobrecalentamientos regulares pueden producir fallas más graves en el motor si no se resuelve el problema. Trabajar con un profesional de mantenimiento es crucial para revisar y abordar los signos de sobrecalentamiento en tu camión. A largo plazo, esto puede evitar fallas en un momento crítico.

Fugas de aceite

Si notas un charco de líquido marrón oscuro o amarillo debajo de tu camión, es probable que sea aceite. Como seguramente ya sabes, el aceite es esencial para que un motor funcione correctamente. Sin la cantidad suficiente, pueden ocurrir varios problemas catastróficos en el motor, como un bloque del motor agrietado o una junta de culata reventada.

Hay varias razones por las que un camión puede desarrollar una fuga de aceite, la primera es un filtro de aceite defectuoso. Recuerda, el propósito de un filtro de aceite es eliminar los contaminantes dañinos antes de que lleguen al motor. Dura alrededor de 3 meses, por lo que debes cambiarlo regularmente.

Otra causa común de una fuga de aceite (especialmente para vehículos de alto kilometraje) es un sello o junta degradada. Estos conectan los diferentes componentes metálicos del motor mientras permiten que los fluidos pasen entre ellos. Afortunadamente, hay aceites de motor especiales que puedes comprar que ayudan a acondicionar y restaurar juntas y sellos para garantizar que duren el mayor tiempo posible.

 Otras posibilidades adicionales incluyen:

  • Tapón de llenado de aceite suelto o roto
  • Cárter de aceite dañado
  • Tapón de drenaje suelto o roto

El motor se apaga

Un motor que se apaga puede deberse a tres causas principales: falta de aire, falta de combustible o no recibir suficiente potencia. Es probable que primero notes que tu dirección asistida se apaga, lo que significa que el volante se vuelve difícil de girar. El motor también dejará de girar y será difícil presionar los frenos. En el momento en que notes que te encuentras en esta situación, detente tan pronto como sea seguro hacerlo.

El primer culpable podría ser que te has quedado sin gasolina. Considérate afortunado si esta es la razón (incluso si te sientes un poco avergonzado). Otra causa común es que tu filtro de aire está obstruido, lo que significa que tu motor no recibe suficiente aire. 

Otras causas posibles de esta falla incluyen:

  • Mezcla desproporcionada de aire / combustible
  • Batería muerta
  • Bomba de combustible defectuosa

Verifica que no te hayas quedado sin combustible. Luego, inspecciona el filtro de aire en busca de señales de que esté obstruido (aparentemente por escombros visibles, suciedad y mugre). Si ninguno de esos parece ser el problema, es hora de llevar tu camión a un taller de servicios de mecánica.

El motor no arranca

No hay nada peor que salir a una entrega por la mañana y descubrir que tu camión no enciende. La primera y más común razón por la que el motor no arranca, es una batería descargada. Asegúrate de escuchar el sonido de un clic, que confirma que no tienes energía. 

A veces, las baterías se agotan, a menudo si no enciendes tu camión luego de varios días o, por el contrario, dejaste un sistema eléctrico encendido (luces, radio, etc.). Otro posible problema es el motor de arranque, que es lo que inicialmente hace que el motor se mueva.

De igual forma, también existe la posibilidad de que tu filtro de combustible esté obstruido. Si lo está, o si hay un problema con la bomba de combustible, el proceso de combustión no se iniciará dentro del motor y, por ende, este no arrancará.

 Las posibilidades adicionales incluyen:

  • Fallo del convertidor catalítico
  • Interruptor de encendido defectuoso
  • Cables de batería corroídos

Si no es la batería, tus opciones serán algo limitadas. Por esta razón, lo mejor es remolcar tu camión a un taller de servicio.

Se enciende la “luz de servicio del motor”

La luz del “Check Engine” generalmente se enciende en respuesta a un error detectado por tu ECM (Módulo de control electrónico). Este se encarga de garantizar que el motor de tu camión de carga esté funcionando como debería. 

Muchas cosas pueden hacer que se encienda esta luz de servicio, incluido un tapón de gasolina suelto o defectuoso, niveles bajos de líquido o una falla en los sensores del sistema. Una luz fija no significa que haya un problema inmediato, solo te alerta de que algo está mal. Sin embargo, si está parpadeando, probablemente sí se trate de un problema grave. Asegúrate de detenerte de inmediato si esto sucede.

Algunas causas adicionales incluyen:

  • Convertidor catalítico defectuoso
  • Se necesitan bujías nuevas
  • El servicio programado vence

Para terminar, recuerda que la contaminación por polvo, suciedad y productos químicos es una de las principales causas de fallas en el motor. Los cuerpos extraños que se introducen en él pueden abollar las pistas y las bolas de los cojinetes, lo que genera altos niveles de vibración y desgaste. También pueden bloquear el ventilador de refrigeración, lo que limita la capacidad del motor para regular su temperatura y aumenta la probabilidad de sobrecalentamiento.