Existe una serie de aspectos que deben sopesarse al elegir un vehículo para la distribución urbana, como para qué se empleará el vehículo, dónde operará y durante cuánto tiempo se utilizará.
Los camiones adaptados a medida para una tarea pueden ofrecer un bajo coste de propiedad. Pero un vehículo más versátil y con menos especificaciones de diseño con frecuencia alcanza un precio de reventa superior. Sopese los pros y los contras de un vehículo personalizado si sabe que tendrá que actualizar su flota en pocos años o si posiblemente su tareas cambien en el futuro.

1. Piense en las normas sobre emisiones
En la mayoría de ciudades, son cada vez más estrictos los límites sobre el ruido y las emisiones en el aire. Estas normativas pueden influir tanto en la elección del vehículo como en las condiciones de compra. Para garantizar el futuro de su empresa, REDECAM puede ofrecerle una variedad de opciones de camiones como formas de pago.

2. No pierda de vista la visibilidad
Los camiones con ruedas pequeñas y visibilidad directa ofrecen a los conductores una mejor visión de su entorno. Esto puede constituir un importante aspecto de seguridad en ciudades con calles estrechas y en áreas con alta densidad de peatones y ciclistas. Algunas ciudades incluso han comenzado a aprobar leyes sobre visibilidad que los camiones deben cumplir. No pierda de vista este aspecto.

3. Piense cuándo y cómo carga el vehículo
Otro punto clave es cuándo y con qué frecuencia deben cargarse y descargarse los vehículos. En la distribución urbana, puede que, de media, un conductor tenga que entrar y salir de su vehículo cada 200 o 300 metros. Con un escalón bajo se puede ahorrar tiempo y evitar lesiones. Disponer de un vehículo compacto también ayuda al realizar entregas a pequeños establecimientos en el centro de la ciudad, que a menudo tienen zonas de carga reducidas y rampas estrechas.

4. Piense en la maniobrabilidad
Cuanto más pequeño es un vehículo, más sencillo será realizar maniobras. Este punto puede ser clave a la hora de entrar y salir en áreas de carga y de desplazarse por calles estrechas. No existe un estándar sobre el tamaño de los muelles de carga. Por lo general, si el vehículo se utiliza para cargar en almacenes grandes, disponer de un vehículo de mayor tamaño no plantearía ningún problema. En cambio, si se realizan entregas a pequeños establecimientos, puede que sea necesario guiar el vehículo por rampas pronunciadas o por pequeños callejones.

5. Aproveche al máximo los tramos largos
Si el camión se usa a veces para realizar recorridos interurbanos más largos, un camión más grande y más versátil podría ser la mejor opción. Durante los viajes más largos, el conductor necesita espacio para descansar.